Por qué es mejor una sociedad en el lugar de ser autónomo

La decisión de emprender un negocio lleva consigo una serie de reflexiones sobre la estructura legal y fiscal más adecuada para operar. Una de las principales dudas que suelen surgir es si es preferible trabajar como autónomo o constituir una sociedad.

A continuación, te cuento las ventajas de optar por la segunda opción.

1. Responsabilidad limitada: En una sociedad, tu responsabilidad limita está

2. Profesionalismo: Una sociedad transmite una imagen más formal y profesional ante clientes, proveedores y posibles

3. Optimización de la legislación: En muchas autonomías, las sociedades pueden ofrecer ventajas fiscales y siempre permiten una planificación fiscal más eficiente.

4. Acceso a financiación: Facilidad para obtener créditos, subvenciones y financiación: Las sociedades que tienen acceso a préstamos, financiamiento y subvenciones de forma más fácil que los autónomos ya que ofrecen una estructura más definida, garantías claras y es más sencillo la evaluación de sus proyectos a financiar.

5. Posibilidades de crecimiento, escalabilidad: Una sociedad ofrece más flexibilidad para expandir el negocio, incorporar, emitir
acciones y realizar cambios estructurales sin afectar la operación diaria.

6. Protección patrimonial: Los bienes personales los socios y administradores, está seguros.

Desafíos y consideraciones adicionales al constituir una sociedad:

  1. Costes iniciales y mantenimiento:
    • Inversión inicial: La constitución de una sociedad implica gastos iniciales, como las escrituras, notario, registros, etc, pero todos estos gastos son deducibles al 100%.
    • Obligaciones periódicas: Las sociedades además de tener obligaciones administrativas, contables y tributarias, como un autónomo, deben realizar la presentación de cuentas anuales en el registro correspondiente, lo que requiere los servicios de una asesoría especializada.
  2. Complejidad administrativa:
    • Gestión empresarial: Administrar una sociedad implica una mayor complejidad en términos de estructura organizativa, toma de decisiones y coordinación entre socios.
      Cumplimiento: Es esencial estar al tanto de las regulaciones locales y cumplir con las normativas sobres sociedades, como definir los cargos del consejo, llevar el libro de actas, etc.
  3. Flexibilidad y adaptación:
    • Cambios estructurales: Aunque una sociedad ofrece flexibilidad, realizar cambios significativos en la estructura o dirección de la empresa puede requerir procedimientos formales y la aprobación de los socios.
    • Agilidad operativa: En comparación con los autónomos, las sociedades pueden enfrentar desafíos adicionales en términos de agilidad y capacidad de adaptación a cambios rápidos en el mercado.
  4. Relaciones entre socios:
    • Acuerdos: Es fundamental establecer acuerdos claros entre los socios desde el inicio, definiendo responsabilidades, derechos, reparto de beneficios y posibles escenarios de salida o disolución.
    • Gestión de conflictos: Las sociedades pueden enfrentar desafíos relacionados con la gestión de conflictos entre socios, diferencias de opinión o cambios en la visión empresarial.
  5. Unipersonalidad: Ante escenarios de autónomos que quieran tener una mayor protección, una responsabilidad jurídica limitada y ofrecer un aspecto de seriedad hacia sus clientes, existe la figura de sociedad unipersonal, con las mismas ventajas, pero sin la complejidad que a priori puede presentar una sociedad con diferentes socios. Esto además de ofrecer una mayor seguridad, garantiza una mejora fiscal frente a la figura del autónomo.

Conclusión:
Aunque constituir una sociedad ofrece numerosas ventajas en términos de protección, profesionalismo y posibilidades de crecimiento, también implica desafíos y responsabilidades adicionales.

Es esencial evaluar cuidadosamente todas las opciones, considerar las necesidades específicas de tu negocio y buscar asesoramiento profesional para tomar una decisión informada y beneficiosa a largo plazo.

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